Son momentos en los que todo va bien, en los que te sentís plena y en los cuales las cosas que antes te hacían mucho daño, ahora solo provocan una mueca de disgusto. Todo quedó atrás, pero, sea en el momento que sea, el pasado siempre aparece. Hay una reflexión: ¿por qué soy así? busco el lugar, la hora, el hecho, el recuerdo, algo que haya marcado mi persona. Y la verdad que es que hay tantos y ninguno a la vez; instantes en los que crees que encontraste esa razón, pero al final nunca está ahí. Permanece escondida. Intento recordar, pero mi mente está bloqueada, y la impotencia viene a mí junto con el deseo de saber, de encontrar y entender. Y mientras intento aclarar esas dudas, pilares se caen y se rompen a mis pies. Y me pregunto ¿qué hice mal esta vez? pero no logro saberlo. Y quedas tirado en la NADA, intentando huir de tus propios pensamientos, gritando silenciosamente "ayuda". Y claro, la vida no se detiene a darte tiempo para pensar, los segundos siguen pasando. Siempre. No sé cómo termina esto, solo sé que siempre que hay una luz que se anima a asomar, alguien o algo le hace sombra y se va. Y no sabemos por qué, pero duele.
Chau luz.
